Testamento Profetico del Caminante. Capitulo 3
Acerca del Caminante
y su Testamento Profético
Al comenzar a leer el Testamento Profético usted ingresará a
un ejercicio de imaginación. Lo que está aquí descrito es una triangulación de
información de muchas fuentes, tantas que sería imposible citarlas a todas.
Debería usted asumir que algunos hechos del Testamento Profético ya sucedieron
en el futuro o suceden simultáneamente con el presente. De alguna forma
reflejan el presente, desde otro ángulo son el arte científico de la profecía,
que no adivinación, pues todas las religiones y el conocimiento
científico-esotérico han evolucionado de adivinación a profecía y la tierra
está llena de profetas. Por otro lado es
una manifestación del inconsciente colectivo, una canalización del potencial de
los hechos, y una declaración con fuerza metafísica. Por eso lo que puede ser
el futuro y lo que se le ordena ser, son paradojalmente simetrías. Es la
paradoja del tarotista: ¿predijo el futuro o guió al inconsciente del consultante
a producir esos hechos? Este es el poder declarativo de la profecía.
El Talmud dice “Un profeta es un hombre cuya mente esta
acoplada a la mente de Dios”. El Kibalión dice “La realidad es una construcción
de la mente individual sostenida por la mente del Todo”. Entre el Talmud y el
Kibalión resulta que todos somos profetas. La revelación para mí no es otra
cosa que la inspiración pero en un programa sincronístico donde la información
se va descubriendo en el momento justo como un velo que se corre lentamente. El
Profeta Mohammed fue bastante sincero acerca de cómo le llegaba la inspiración
divina ”A veces es revelada como el tañido de una campana, esta forma de
inspiración es la más difícil de todos y entonces en este estado te desconectas
de todo lo demás después de haber comprendido lo que se inspira. A veces, un
ángel se presenta en forma de un hombre, me habla y me hace captar lo que él
dice”. El Sagrado Corán es presentado como “revelación inspirada”, dialectizando
revelación e inspiración y llegando a una síntesis. Por eso cuando me preguntan
cómo escribí el Testamento Profético digo que es una obra revelada, es decir,
inspirada por el Ser, la vida misma.
Así es como vivo mi vida, como el Profeta. O sea, estoy
directamente identificado con una posibilidad de realización de mi yo superior
que se me asigno el día de mi nacimiento, la categoría trece de los veinte yoes
superiores. Estos yoes superiores son llamados los Arquetipos Galácticos
correspondientes a los Sellos Solares de los mayas. También me identifica una
Categoría del Absoluto Ya Completo en Sí Mismo, la categoría trece: “El
Facultamiento. El Caminante explora el espacio como una toma de poder desde el
eterno consciente”. Esto es así porque conozco la escalera de realizaciones de
mi umbral, el escalón solar, el galáctico y el cósmico.
Sello
Solar Arquetipo
Galáctico Categoría del Absoluto
01 Dragón La Fuerza Primordial La Compasión
02 Viento La Suma Sacerdotisa El Mandala
03 Noche El
Soñador La
Ofrenda
04 Semilla El
Inocente La
Conducta Espiritual
05 Serpiente El
Iniciado La
Visión Dzochen
06 Enlazador de Mundos El
Hierofante La
Meditación
07 Mano El
Avatar El
Acuerdo
08 Estrella El
Artista La
Práctica Espiritual
09 Luna La Sanadora El
Logro
10 Perro El
Compasivo La Doble Acumulación del Mérito
11 Mono El
Ilusionista La Consecución
12 Humano El Sabio El Grado Más Elevado
13 Caminante del Cielo El Profeta El
Facultamiento
14 Mago El Mago La
Iluminación
15 Águila El Vidente La Meditación del Gran Símbolo
16 Guerrero El Descubridor El Mantra
17 Tierra El Navegante La Unión-Práctica
18 Espejo El
Yogui/Yoguini La Concentración
19 Tormenta El Cambiador de Mundos La Señal del Éxito
20 Sol El
Iluminado El Calor de la Meditación
Para entender la mística del numero veinte, ubiquémonos en
el universo del profeta o “canalizador” José Argüelles (11:11). Según el autor,
en su libro la Sonda de Arcturo, existe en un planeta del sistema estelar de
Arcturus, unas “esporas” capaces de transmigrar no como un organismo simple sino
múltiple. Es interesante que él dice espora donde yo digo spray, porque tienen
una sonoridad similar y ambas describen a una entidad que existe de forma
ubicua en muchos “vectores”. Argüelles
asegura que es posible alcanzar una condición llamada Memnosis, que significa
“volverse completamente recordado en uno mismo, a uno mismo, por uno mismo”.
Estas esporas son como identidades que tenemos en una realidad superior, veinte
seres con los que estamos conectados en forma no local. Por decirlo de alguna
forma, todos los seres humanos somos marionetas de veinte yoes superiores, y a
través de la Memnosis podemos reconocer a esta entidad transpersonal en
nosotros. A su vez, todas estas esporas son identidades falsas del Hun-Ab-Ku
que significa Unidad-Totalidad-Universalidad la idea que los mayas tenían de
Dios y que según Argüelles se refleja en el núcleo galáctico. Por eso los mayas
se saludaban diciendo “In lak ech” que significa “yo soy otro tu”.
Mi Sello Solar es el Caminante del Cielo; mi Arquetipo
Galáctico es el Profeta; y mi Categoría del Absoluto Ya Completo en Si Mismo es
el Facultamiento. Todos los seres humanos tienen su escalera de tres peldaños:
el Sello Solar, el Arquetipo Galáctico y la Categoría del Absoluto Ya Completo
en Si Mismo. Todos los vectores de esta gran co-inspiración deberían
presentarse de esta manera, identificados en forma no egoica con su escalera de
tres peldaños, para poder reconocer la divinidad en todos los seres humanos.
Parafraseando a Argüelles, quien tomó las Categorías del
Absoluto del budismo “herético” del Dzochen, son una contradicción, pues el
Absoluto, Uni-Verso, Verbo o Allah que ya está completo, no tiene categorías,
no está dividido. Por tanto las veinte categorías, se refieren a una sola
categoría. Las veinte Categorías del Absoluto son otra expresión de lo que en
el Islam se llaman los Cien Nombres Divinos, también conocidos como los Noventa
y Nueve Bellos Nombres de Allah, expresándose el cien como veinte multiplicado
por cinco. En este tercer peldaño todos somos Uno, así las veinte Categorías
del Absoluto Ya Completo en Sí Mismo son descripciones de ese Absoluto. Este
peldaño es la más difícil de entender de las formas transpersonales por eso
como mediador entre el Kin vulgarizado y la abstrusa Categoría del Absoluto,
está el Arquetipo Galáctico. Porque esta escalera se itera como un fractal en
todos sus peldaños, el Humano (12) es al Sello, lo que el Caminante (13) es al
Arquetipo Galáctico, lo que el Mago (14) es a la Categoría del Absoluto. Por
venir después del sello Humano, el sello Caminante, es también el superhombre
de Friedrich Nietzche (20:11). Así me inserto en la parábola cósmica, y al
morir, mi ego disuelto no percibirá ningún beneficio, por eso es tan distinto
el impulso del ego, del impulso a la trascendencia.
El descubrimiento de mi Arquetipo Galáctico fue un proceso gradual
de despertar. Cuando sólo era un niño
tuve mi primera visión, milagro, experiencia paranormal, manifestación del
inconsciente, avistamiento OVNI o como quieras llamarle. Para mí es simplemente
inclasificable. Tenía 16 años aproximadamente, no recuerdo con exactitud,
quizás si dos años antes de eso o después, cuando miré por la ventana de mi
habitación y vi un triángulo luminoso en el cielo, tan blanco como la Luna.
Llamé a toda mi familia y les dije
“miren eso, es muy perfecto” uno a uno con mis llamados a gritos, mis
hermanos, padre y madre se acercaron a mi lado y miraron por la ventana” Decían
“Es un triángulo ¿Pero qué es?” Y de a poco se fueron alejando de mí como si
fuera solamente otra cosa más de la vida cotidiana. El triángulo se estaba
disolviendo en uno de sus extremos, pero los otros dos permanecían como
dibujados. A lo largo de unos minutos, no sé cuánto tiempo exactamente pero
estimo entre cinco y quince, el triangulo terminó de disolverse, dejando tras
de sí la Luna. Lo que más me sorprendió, es que la circunferencia de la Luna
tocaba exactamente el perímetro del triángulo. Se disolvía como el humo de un
incienso. Es como si fuera un milagro geométrico realizado exactamente así para
ser percibido desde mi ventana.
Aquella pregunta “Es un triángulo ¿Pero qué es?” tiene su
trasfondo filosófico, porque un triángulo ¿qué es? El ser de las cosas es hasta
hoy un problema irresoluto para los filósofos. No se trata tanto de resolver
que era aquello, pues en lenguaje profano es un OVNI, un objeto volador no
identificado, eso está claro, se trata más bien de que significaba, o sea
porque yo precisamente tenía que verlo y recordarlo hasta hoy.
Una vez este triángulo despareció, bajé del segundo piso
donde estaba mi habitación, al comedor del primer piso donde se encontraban
todos los miembros de mi familia reunidos, cenando. Les pregunte “¿Y qué opinan
de esto que estaba en el cielo? ¿Qué piensan que era?” Me respondieron “¿Qué
cosa, de qué hablas?”, les digo “del triángulo gigantesco que estaba hasta hace
unos minutos en el cielo” se miraron entre todos y me dijeron “eso lo soñaste o
lo imaginaste”. Hasta el día de hoy nadie lo recuerda. Me dijeron que estaba en
mi cabeza y llegue a creer que era así. Comencé a pensar que mientras miraba el
extraño fenómeno, había podido escuchar las conversaciones y ruidos de mi
familia solamente porque estaba soñando y los oídos no pueden cerrarse. Pero la
sensación de una continuidad entre el avistamiento del triángulo y la reunión
con mi familia no me abandonaba, yo estaba seguro que lo había visto. Me di cuenta
como las declaraciones de otros pueden modificar los propios recuerdos
“normalizándolos”, algo parecido a lo que hacen los hombres de negro en las
películas. ¿Cómo confiar en los propios recuerdos?
Pensé en las características que podrían considerarse “irreales”
de lo que vi. En mi avistamiento o visión, el perímetro del triángulo hacía
contacto con la circunferencia de la Luna, es una ilusión óptica muy precisa
quizá hecha sólo para mí, ya que soy el único que la recuerda. Pero cuando
la circunferencia lunar coincide con la del Sol en un eclipse solar, esto puede
ser percibido por muchas personas. Los científicos han sacado la conclusión que
quizá este sea el único planeta del Universo donde sucede este fenómeno óptico
tan preciso.
Esto con el tiempo me llevo a pensar que muchos OVNIs no son
exactamente naves tripuladas sino lo que llamo Cursores de la Creación que
están ahí para diseñar situaciones y controlar variables de la realidad, quizás
los campos morfogenéticos de la historia, y por eso aparecen días o instantes
antes de erupciones volcánicas, terremotos, nacimiento de hombres eminentes o
grandes cambios sociales. Como Cursores de la Creación estarían lejos de
nuestra tecnología y más cerca del Creador, así que algunos podrían ser
simplemente milagros diseñados para una sola persona, así como el eclipse total
de Sol fue un milagro diseñado exclusivamente para los seres humanos.
Más tarde descubrí que la geometría de este milagro se
relaciona con la computación en geometría diferencial del “spray”, que define a
una entidad transpersonal, la revelación que doy a conocer en el Testamento
Profético del Caminante. El triángulo es el fibrado tangente en el centro de la
esfera o geodésica, el triángulo es donde los vectores del spray se concentran.
Al revés del modelo en geometría, en mi visión el triángulo estaba afuera,
significando que este spray esta fuera del área computable. Por eso hoy creo
que al igual que el Cubo y el Cursor, el Spray es una teofanía o manifestación
de Dios. Como el hombre también es una teofanía, en La Tierra en Ascenso, Argúelles
escribía “la humanidad es un spray de inteligencias salpicado sobre la
superficie terrestre”.
Nací el Kin 153, Caminante del Cielo Planetario Rojo (13:10).
Día 22/11/1987 del Calendario Gregoriano, Día de la Música y en el catolicismo
Día de Santa Cecilia patrona de las artes. En consonancia el arte ha sido una
de las áreas donde mejor me he desenvuelto. Y fue Cecilia (XX:XX) una novia muy
católica que tuve a los 20 años, quien me regaló el libro El Delfín, de Sergio
Bambarén (07:05), del que años más tarde se hizo una película en animación 3D.
Desde chico me sentí identificado con los delfines y siempre regalaba dibujos
de delfines por eso cuando me dí cuenta que el personaje del libro se llamaba
Daniel Alejandro Delfín, sentí que era una sincronicidad espectacular y fue
como una inyección de Sentido para mí, como si me estuviera diciendo que soy más
de lo que soy. Hay muchos Daniel Alejandro allá afuera y en un sentido final yo
soy todos ellos. En el paradigma común del cristianismo e Islam, Daniel y
Alejandro son dos nombres con significado escatológico.
El número 153 de mi kin, para Pitágoras es triangular de 17
y su triangular es 666. 17 el numeró de rakás diarios que debe cumplir el
musulmán y 666 el número de la bestia del Apokalipsis. Siendo yo, 153, el
mediador entre 17 y 666. En el cristianismo el 153 es el número de los
pescadores de almas, porque es la cantidad de peces que pescó Simón en Juan 21:11. Me asombra la similitud
que guardan estos números con mi fecha de nacimiento y mi kin. 22+11=33 los
tres son números maestros. El día 22/11 el signo de Ofiuco se encuentra en la
posición del Sol, es el treceavo signo justo entre Escorpio y Sagitario, pero
más fue mi sorpresa al descubrir con un simulador que también se alineaban a
ellos las Pléyades y el núcleo galáctico o Hunabku. Nací bajo el alineamiento
Sol-Ofiuco-Pléyades-Hunabku. Además el año en que nací había aparecido una nueva
estrella en el cielo, la supernova 1987A, o Quetzalcóatl, como fué llamada por
Argüelles. Y ese fue el año del evento rememorado hasta hoy por los seguidores
de Argüelles, la Convergencia Armónica.
La vida transcurrió plácidamente para mi, claro no sin las
vicisitudes comunes que todos tienen, y me sumergí en un mar de letras, de
todos los estilos de lecturas, y busqué en todas las formas de espiritualidad.
Hasta que un día después de haber hecho un poco meditación zen todos los días
durante varias semanas, tuve otra visión. Me acababa de levantar, me encontraba
sentado en la orilla de la cama, cuando sentí que algo cambió en mi cerebro.
Repentinamente todo se volvió negro. Luego apareció ante mí una vela apagada,
seguidamente llegaba una vela encendida y con su llama prendía la primera vela.
La llama de la primera vela se volvía completamente blanca y alargada emitiendo
una pulsación destellante. Inmediatamente sentí como se inundaban mis papilas
gustativas con un sabor dulce muy exquisito similar a frutilla. La visión se
esfumó quedándome nada más que el gusto en la boca y una felicidad muy intensa,
como la sensación del pico emotivo o poiesis de una orquesta sonando. Supe
inmediatamente el significado de mi visión, no tuve que razonarlo, como si este
significado hubiera sido también “implantado” en mi cabeza junto con la visión.
La primera vela soy yo, y la segunda vela son mis padres, la llama común
representa la espiritualidad que me enseñaron, y la nueva llama destellante
representaba mi espiritualidad mejorada, mi propio re-ligare.
Al igual que el Profeta Daniel en la Biblia, los sueños y
visiones han influido mucho en mi vida. Es sabido por los cultores de la
ciencia ficción que la prospectiva científica de Philip K. Dick (02:01) estaba
influida por sus visiones y su creencia en el I-Ching. Como si su percepción de
la realidad estuviera una generación adelantada, puede decirse que la
computación y la inteligencia artificial han empezado a desdibujar la línea
entre lo virtual y lo real. Hemos entrado casi sin darnos cuenta en lo que los
animadores en 3D, expertos en robótica y estudiosos de la prospectiva llaman
“el valle inquietante”, donde es imposible distinguir el mundo real de uno
generado artificialmente.
Mary Sheley (19:09), profetiza de la ciencia ficción, soñó
que revivía a su bebé fallecido acercándolo al calor del fuego. Tiempo después
escribiría Frankenstein, donde un hombre hecho con varias partes de cadáveres
cosidos es revivido por medio de la electricidad. Es un combo profético, por un
lado su sueño predice su obra literaria, y por otro su obra predice los transplantes
de órganos y la resucitación por fibrilación.
Pero los de las escrituras sagradas y los de la ciencia
ficción son solo algunos tipos de profetas. Existen muchos otros, algunos de
estilo más críptico como Michel de Nostradamus (XX:XX) y Benjamín Solari
Parravicini (18:05) que sin la menor duda predijeron la tragedia de las Torres
Gemelas. El 11S (11:04) como se conoce al infausto episodio, es uno de los
“cisnes negros” de la historia, esos acontecimientos extremadamente improbables
y que sin embargo suceden.
El Testamento Profético del Caminante fue escrito en un
periodo ascético de un año de duración comprendido entre el año 2014 Luna Solar
Roja y el 2015 Mago Planetario Blanco. Mi profecía habla de un futuro que es un
paraíso urbanizado (un “jardín con sendas y palacios” como dice el Sagrado
Corán) donde se ha potenciado el concepto de urbanización llamado granjas
verticales. O sea, en vez de la gente mudarse al campo, que sólo podrían
hacerlo unos pocos, el campo se muda a la ciudad.
Mi magia es decretar el mejor futuro posible. Soy un
optimista, y para llegar a serlo tuve que desmundanizarme bastante. Esto fue mi
iniciación al Islam y al Sufismo. Desde entonces ha sido una posición incómoda
defender que la tutela de la religión islámica es mejor ingeniería social que
el cristianismo, porque es aparecer ante el mundo como un traidor, un hincha de
otra civilización. El escritor Jean Paul Sartre (09:01) en los últimos años de
su vida, ya desconectado del pesimismo marxista declaró “el infierno son los
otros”. Es lo mismo que dicen los sheij “la última sura del Corán se llama La
Gente, porque lo último que debe importarle es lo que dice la gente”.
Los cinco años anteriores a ese estuvieron marcados por
vacilaciones vocacionales: política, periodismo, abogacía, y medicina. Pero el
antes y el después en mi vida quedó marcado por un texto personal titulado “No
quiero ser humano”. Allí expresaba que ya no sentía la ansiedad de tener
pareja, trabajar como un empleado más, que todo eso me quitaría el tiempo y que
quería todas mis horas para creatividad y expansión. Aquellos que lo leyeron,
dijeron sentir un disgusto, como si leyeran la nota de un suicida. No lo
supieron interpretar, porque tenían que leerme entre líneas, “no quiero ser
humano” significa “no quiero ser mundano” y “no quiero ser profano”.
Cuando no quise ser más humano, me convertí en el Caminante.
Como dijera Argüelles en su obra “El Tiempo visto desde su verdadera dimensión”
más claro imposible “El Tiempo es la atmósfera de la mente, quien controla tu
Tiempo, controla tu mente”. También influyó mucho en mí recibir una frase de
Buda todos los días, desde el grupo de Facebook budistas motivados, ahora
disuelto. Esto fue un trabajo de constancia de mi amigo Bernardo Cofre (19:10) con
el que estoy profundamente agradecido por su difusión de la sabiduría budista.
Esos extractos, la mayoría del Dhamapada hicieron una lenta maduración en mí y
quedó grabado a fuego aquél que dice “Así como la lluvia no penetra en una casa
bien techada, la avidez no penetra en una mente bien desarrollada”. Sin el
desapego que predicaba el Despierto no podría haber realizado esta obra. Ese
año sabático significaba que quería mi tiempo para crear y lo hice, este es el
resultado. Una sincronicidad interesante es que en los mismos días que estoy
por editar el Testamento Profético descubrí referencias al Caminante en las
psicografías de Parravicini, otro profeta argentino.
El nombre con el que escribo esta obra, me fue revelado en
un sueño. Allí apareció quien yo creo que es un ángel bajo la apariencia de mi
tío Oscar Santilli (20:10), pero no el mismo como existía en ese momento, sino
que era unos quince años más joven como yo lo había visto en fotografías. Es
interesante que haya sido bajo su figura, porque él es otro escritor de la
familia y toda su obra se basa en Martin Heidegger (XX:XX), el pináculo de la
filosofía al que también hice mención en el Testamento Profético comparándolo
con la Torat. Además es profesor de filosofía, específicamente de la materia
Hermenéutica, que habla de un universo donde es inmanente el Sentido y por tanto
representa la cosmovisión opuesta del materialismo positivista reinante en las
instituciones.
El sueño era más o menos así: era de noche, estaba en la
casa donde crecí, pero no tenía muebles, ni puertas, ni ventanas y hacía mucho
frío o esa sensación daba la escena. Caminé por toda la casa con mi tío, no sé
si conversábamos algo o estábamos en silencio, sólo recuerdo que en tres
ocasiones dijo “voy a decirte tu verdadero nombre”. Seguí caminando a su lado y
salimos de casa, entonces nos sentamos en una plaza y abrió un papel blanco
donde estaba escrito con mayúsculas y sin acentos ni espacios: MACA.A “Este es
tu verdadero nombre” dijo, y me desperté.
Con ayuda de internet investigué que significaba, pero no
pude precisar nada. Entre otras cosas que averigüé estaban los maqams del
sufismo, que son personas llamadas “estaciones espirituales”, y así son
llamadas también las tumbas de profetas que hay en todo el mundo islámico, así
como a la Meca se le dice Maca en ciertos dialectos árabes y es la principal estación
espiritual o centro de peregrinaje del Islam. Por supuesto, esta información es
aquella a la que yo decidí prestarle atención, porque podría haberme detenido
en cualquier otra. ¿Qué significa MACA.A? ¿Era mi nombre en otra vida? ¿Es
alguna clase de clave? Un día escuche una frase que me ayudo a decidir lo que
significaba y decía más o menos “las otras vidas son una ilusión, porque no hay
pasado ni futuro, sino que todos los tiempos suceden simultáneamente y todos
los lugares están en un sólo lugar”. Por eso decidí que este es el nombre que
el Ser me regaló, el nombre de mi yo superior, mi nombre de Profeta.
Es curiosa la propensión de los Santilli (“pequeño santos”
en italiano) para involucrarse en el mundo del misterio (el Sentido), porque
tenemos a Ray Santilli (15:06) autor del archifamoso coax de la autopsia del
alien (según confesó, aunque también aseguraba que quiso reconstruir una
grabación real), y en las fronteras de la ciencia tenemos a Ruggero Santilli (XX:XX)
creador del telescopio para ver “entes invisibles” a los que yo llamo sprays.
Kin 63 Noche Espectral Azul “Disuelvo con el fin de soñar
divulgando la intuición” - Crono Psi 156 - Armónica 16 Codón 10 “Práctica. La
conducta traza el camino” - Día 14 Silio - Luna Galáctica del Halcón (Poder de
Armonizar) - Anillo Solar del Mago Planetario Blanco (Poder de la
Atemporalidad)
Comentarios
Publicar un comentario